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China y la Gran Conjunción: vislumbres de un futuro asiático.


Al final de estos párrafos se halla la carta fundacional de la República Popular de China, proclamada por el infame genocida y pederasta Mao Zedong un 1 de octubre de 1949, a las 15:01 en Beijing (puede ampliarse con un click). La foto que acompaña a la figura astral muestra ese preciso momento histórico, cuando el tirano inaugura su dictadura. El ascendente del mapa cae a los 01°33' de Acuario, con la Luna peregrina, angular y creciente en conjunción a la cúspide desde los 03°03'. Es, sin lugar a dudas, el mapa raíz de una nación profundamente colectivista y gregaria, donde la individualidad pesa muy poco en relación a la importancia que reviste el bienestar general.

Tanto la conjunción menor de los dos infortunios, a saber Marte y Saturno, ocurrida el pasado 31 de marzo, como la gran conjunción de los cronocrátores Júpiter y Saturno, a perfeccionarse el 21 de diciembre próximo, ocurren en el grado cero de Acuario, es decir, prácticamente en el ascendente de China y dentro de orbe con la Luna. La conjunción de los maléficos se cerró a menos de un grado del ascendente en cuestión. La gran conjunción de los cronocrátores, que incluye el poderoso cambio de triplicidad, lo hará a poco más de un grado de la primera cúspide del gigante asiático. China ya está movilizando sus fichas para sacar provecho a la pandemia que hoy tiene al mundo de rodillas.

Los eventos astrológicos reseñados nos indican un desplazamiento del centro de gravedad geopolítico desde Occidente hacia Oriente, y más específicamente desde Estados Unidos hacia China, país que triunfará en la lucha por el dominio del mundo durante las próximas décadas. Se iniciará así el histórico Siglo Asiático. Países como Japón y Corea del Sur también jugarán un rol destacado dentro de este nuevo orden, aunque con un alcance mucho más modesto. Será China quien dirija los destinos del mundo, controlando no sólo la economía, como ha hecho hasta ahora, sino sobre todo la política internacional. Pero la manera china de hacer las cosas está lejos de ser compatible con nuestros conceptos más fundamentales de libertad e individualidad.

El ciclópeo Puente Terrestre Euroasiático y sus líneas de transporte ferroviario, son una manifestación concreta de que una nueva ruta de la seda dominará el comercio y la cultura en los próximos decenios. La inversión ha sido descomunal. Gracias a ella el partido comunista chino, junto a sus empresas satélite, levantarán el proyecto de infraestructura comercial más grande en toda la historia de la humanidad. Serán 68 países involucrados y más del 65% de la población bajo el dominio económico y diplomático de China, incluyendo a casi toda Europa, que operará como el enlace occidental de la ruta y polo estratégico clave de los tentáculos de este Leviatán asiático.

Mientras tanto, Estados Unidos irá perdiendo poder e influencia, cayendo en un segundo o tercer lugar dentro del ranking de relevancia geopolítica. Ello gracias al constante flujo de inversiones de Wall Street hacia Beijing y Shanghái, ya que la codicia y la traición de los banqueros norteamericanos no reconoce límites de prudencia ni lealtad. El dominio tecnológico chino será una de las piezas fundamentales de su hegemonía en la próxima era de la inteligencia artificial, la automatización robótica y la vigilancia digital sobre la población. Avanzamos hacia una era de totalitarismo autoritario y control poblacional, con el favor de ese extraño híbrido chino entre comunismo político y capitalismo económico, ricamente financiado por los especuladores del distrito financiero de Manhattan.

Por delante tenemos el cambio de triplicidad de las grandes conjunciones. Serán dos siglos de mutación de la tierra al aire. Júpiter representa a los ricos, a la abundancia y las libertades. Saturno a los pobres, la precariedad y las restricciones. Es éste último el que queda favorecido en su domicilio diurno, mientras Júpiter se ve perjudicado y dominado por Saturno en el signo de su señorío. Con China a la cabeza entraremos en un mundo orweliano, donde la política consiste en la administración científica de la escasez y el control férreo de las masas por medio de la red digital de vigilancia. Cualquier tibetano, uighur o mongol podría dar amplio testimonio de lo que se aproxima para el mundo, pero sus voces llevan décadas silenciadas en los campos de concentración al noroeste de China.

Se rompe en mil pedazos el iluso sueño hippie de una acuariana hermandad universal en conciencia y libertad. Es mejor sacarse la escafandra de los propios pensamientos y asomarse a mirar por la ventana de la realidad. Y lo digo literalmente, salgan a mirar. Hacia la medianoche es posible ver a Júpiter y Saturno cada día más cerca sobre el cuadrante oriental del cielo. El mañana ya casi está aquí... ¡Es en la batalla contra la edad oscura, oh Kalki, donde tus guerreros seremos consagrados al beso de la inmortalidad!

Publicado el martes 26 de mayo de 2020.




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