Vaya tiempos interesantes y a la vez perturbadores. Este miércoles 10 de febrero tendremos un stellium de seis planetas sobre Acuario, dentro de un arco de longitud eclíptica ligeramente superior a los 15°. Sólo ha faltado la participación de Marte para repetir el encuentro de los siete clásicos, ocurrido el 4 de febrero de 1962 sobre el mismo signo. Aquél fenómeno celeste catapultó la aparición del movimiento hippie, propició el abuso de drogas, las revueltas del mayo francés, el sexo "libre", y anunció la caída de la Iglesia en la debacle del Concilio Vaticano II, como también el movimiento por los derechos civiles en Estados Unidos, la aparición de los anticonceptivos, la crisis de los misiles cubanos y un largo etcétera de cambios políticos, jurídicos, sociales y culturales de gran relevancia que marcaron un antes y un después en los libros de Historia.
El stellium que dentro de poco ascenderá por sobre nuestras cabezas (véase el mapa astral más abajo) remarca los grados en los que ya se produjo la conjunción de los dos infortunios, seguida por la gran conjunción media de Júpiter y Saturno. El signo del aguador, con su cántaro de agua derramándose, viene a mojarnos en frío y de golpe otra vez. La imagen nos dice mucho a quienes entendemos lo que realmente significa la Tradición. El agua derramada posee una acción disolvente, de acuerdo con el significado propio del signo. No podemos sino esperar la reiteración de los procesos disolventes que ya vimos durante la década de los sesenta. Hablamos de revueltas, revoluciones, invenciones científico-tecnológicas, progresismo y desmoronamiento del orden aristocrático representado por Leo, el signo de oposición.
En esta ocasión Marte queda fuera de la configuración, pero realizando una cuadratura hacia el stellium, y encontrándose especialmente afligido por transitar en su exilio de Tauro. La múltiple conjunción en Acuario queda bajo la recepción y señorío de Saturno, fuerte por domicilio y triplicidad. El Sol, como símbolo del poder político, se halla tan debilitado como Marte, símbolo de policías y militares. El cielo anuncia nuevos desórdenes en el mundo, especialmente en Occidente, luego de los cuales se reorganizarán las piezas del tablero para imponernos la hegemonía de la nueva plutocracia tecno-progresista, aliada con el cártel bancario y financiero internacional. Lo novedoso es que las Big Tech llegarán a imponerle sus reglas a la Banca, es decir, surgirá un nuevo ordenamiento global en donde los banqueros, anteriores dueños del mundo, tendrán que someterse a los dictados de los programadores de Silicon Valley, más amigos de sus socios comerciales en China que de los intereses norteamericanos.
Publicado el lunes 8 de febrero de 2021.
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